Conoce Baja California Sur
Explorar Baja California Sur es encontrarse con una tierra de contrastes vivos: desiertos que se extienden hacia el horizonte, sierras que guardan niebla en sus cimas y un mar que late con vida propia.
Aquí, entre el Golfo de California y el Océano Pacífico, suceden migraciones que han ocurrido por miles de años. Ballenas que viajan miles de kilómetros para dar a luz, aves que cruzan continentes siguiendo el ritmo de las estaciones, mantarrayas y tiburones que se desplazan por rutas invisibles pero precisas.
Comprender estos movimientos no solo es asombroso, también es esencial. Cada ruta migratoria es una señal de equilibrio ecológico, y al conocerlas, aprendemos a cuidarlas.
La península es hogar tanto de especies residentes como viajeras. En invierno, por ejemplo, las ballenas grises llegan desde el Ártico hasta las lagunas cálidas de Baja California para parir a sus crías. De diciembre a abril, es posible observarlas en libertad —un encuentro que transforma la manera en que miramos al océano.
Pero la vida no solo se encuentra en el mar. La tierra también respira biodiversidad: borregos cimarrones en la sierra, aves migratorias descansando en los manglares, y cactáceas que florecen en medio del silencio del desierto.
Espacios como la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno nos recuerdan que la conservación no es solo una idea: es un compromiso con todo lo que habita esta región.
Baja California Sur no se recorre con prisa. Se contempla, se escucha, se aprende.
Este territorio es más que un destino: es un ecosistema compartido, una lección viva de resiliencia y belleza.
Y conocerlo con respeto es el primer paso para protegerlo.




